lunes, 22 de noviembre de 2010

Las cositas que les traje desde Japón



En mi facebook ponía de broma: "me vine hasta Japón y creo que les estoy comprando más cosas a mis animales que a mí!". Si bien era bastante exagerado (me compré MUCHAS cosas de mis artistas... pero esa es otra historia =P), la verdad es que esta vez si que compré muchas cosas para mis bichitos, especialmente comida.

Allá en Japón en el supermercado hay también una parte destinada exclusivamente a las mascotas, como cualquier super más o menos grande, pero lo que me llamó la atención fue la variedad de alimento húmedo enlatado que había! Recuerdo que cuando Serena sólo podía comer alimento húmedo, a veces nos costaba un triunfo encontrarlo! El veterinario tenía que pedirlo especialmente porque el stock no era permanente. Me hubiera gustado sacarle una foto a la góndola del super, pero la verdad me daba cosa sacar la cámara allí, sobre todo teniendo en cuenta la especie de fobia que tienen los japoneses a sacar fotos en ciertos lugares.

La cosa es que había decenas de marcas, variedades, gustos, etc., de alimentos húmedos enlatados, lo que se tradujo a despertar mi impulso consumista, que a decir verdad muy dormido no está.

Les compré a los gatos alimento en lata como ya dije, además de bolsitos con golosinas: unas eran como virutas de pescado y la otra eran directamente pececitos pequeños disecados que les encantó! A Hotaru le traje también alimento húmedo en unos sobrecitos, todos con gusto a pollo, un paquete de golosinas con forma de ocho con gusto a pollo y otras que son como unas salchichas, con un envoltorio de plástico que hay que sacarle con gusto a queso, las dos cosas que más le gustan a ella!

De más está decir que se comieron todo sin pensarlo, sobre todo el alimento húmedo que hasta a nosotras se nos hacía apetitoso.


Los chicos esperando la comida!

viernes, 19 de noviembre de 2010

Kenzo castrado!


Ayer castramos a Kenzo, ¡por fin! Pobrecito, se portó todo este tiempo que estuvo entero como un santo, jamás hizo pis fuera de las piedras ni marcó en ningún lado, pero el pis que hacía era tan fuerte que cada vez que salía de estas teníamos que ir corriendo a cambiar las piedras y lavar la bandeja con lavandina!

Parece mentira, pero todo el día en el trabajo la gente me decía "¡pobrecito! ¿por qué lo vas a castrar?" a lo que yo amablemente les respondía y explicaba los beneficios, a lo que asentían comprendiendo y diciendo un "mirá vos". Me dí cuenta la ignorancia que hay todavía al respecto del tema castración...

Nuestro veterinario opera a los animales al mediodía y se los queda todo el día para ver como reacciona, así que a eso de las 7 de la tarde fuimos a buscarlo y parece a propósito y justo para todos los que me habían preguntado antes por qué íbamos a castrar un gato macho: nuestro veterinario estaba atendiendo a un gato que al parecer había vuelto a su casa luego de rondar por el barrio y tenía todo el cuerpo lleno de lastimaduras, le acababa de diagnosticar un fus (obstrucción urinaria, muy doloroso para los gatos) y tenía un ojo infectado y cerrado. Nuestro veterinario les recomendó una castración urgente, pero yo no vi mucha determinación en los dueños por llevarla a cabo... ¿lo peor de todo? Cuando les tomó los datos del gato y les preguntó la edad, mi mamá y yo nos miramos incrédulas: ¡tenía 1 año! ¡Con solo un añito ya tenía todo eso y tenía cara de gato viejo! Un horror realmente...


Cuando nos dieron a Kenzo ya estaba super despierto pero todavía un poco "borrachito", así que se quedó en la habitación dentro del transportín descansando un poquito más hasta que los demás terminaron de comer. Por suerte está como si nada, más mimoso que de costumbre. Lo primero que hizo cuando salió, fue correr a buscar mimos!!

Lo único que le quedaba era la tirita del suero, pero se la saqué ni bien terminé de sacarle las fotos!

Adios, Serena


Lamentablemente, el 17 de julio se nos fue nuestra gorda hermosa debido a una falla renal. La enfermedad se la habían diagnosticado unos 3 o 4 meses antes y fue todo tan rápido que casi no nos dimos cuenta. La enfermedad la iba deteriorando cada vez más hasta que sólo fue un saco de huesitos, pero eso no impidió que día a día nuestra "gorda" (apodo que sólo quedó como anecdótico ya que casi no tenía un gramo de carne) fuera cada vez más cariñosa. Lo único que quería era estar en nuestros brazos, cosa que le concedíamos cada vez que nos lo pedía, aprovechando para abrazarla y besarla tanto como podíamos.

Intentamos de todo, el último tiempo sólo comía una pasta de alimento húmedo, pollo y balanceado triturado, pero ni siquiera eso ayudaba para que aumentara de peso. El último día ya no se pudo poner de pie y con el corazón estrujado debimos tomar la peor y más dolorosa decisión. Ahí, cuando nos dimos cuenta, se nos vino el mundo abajo y empezamos a abrazarla, llorando desconsoladamente.

Estaba tan débil que apenas el veterinario le aplicó la anestesia nos dejó. Fueron 13 años de amor incondicional (ella tenía 14 años, la encontramos con casi 1 año de edad) y de paciencia de su parte, ya que era nuestro primer gato. Ella se dedicó a enseñar y cuidar a las dos perritas que vivieron con nosotros de bebés, la lavó a Hotaru todos los días hasta que ésta fue grande y como sabiendo que ya se podía valer por sí misma, la dejó ser. Siempre se bancó como la reina que era a los demás gatos, perros y animal que se nos ocurriera traer. Lo suyo era un bufido y nada más, a seguir con la vida.

Te amamos Serena, y como a Inochi, ¡no te vamos a dejar de amar JAMÁS! Sos junto a él una estrellita que nos alegra la vida y nos cuida, allá donde estés, seguramente en un almohadoncito al lado de una estufa bien calentita, ya que eras super friolenta.

Te amo, mi gorda hermosa.